Tiempo en curar una rotura de perone

Fractura en espiral del peroné distal

La tibia es la espinilla, el mayor de los dos huesos de la parte inferior de la pierna. La parte superior de la tibia se conecta a la articulación de la rodilla y la parte inferior se conecta a la articulación del tobillo. Aunque este hueso soporta la mayor parte del peso del cuerpo, necesita el apoyo del peroné.

El peroné, a veces llamado hueso de la pantorrilla, es más pequeño que la tibia y corre a su lado. El extremo superior del peroné se encuentra debajo de la articulación de la rodilla, pero no forma parte de la articulación en sí. El extremo inferior del peroné forma la parte exterior de la articulación del tobillo. El peroné ayuda a estabilizar la tibia pero no soporta mucho peso.

Aunque la tibia y el peroné pueden romperse independientemente el uno del otro, al estar tan juntos es más común que ambos huesos se rompan juntos. Esto se denomina fractura combinada de tibia y peroné.

Después de que el médico haya corregido la posición de los huesos rotos, una radiografía también puede ayudar a confirmar que los huesos están bien alineados. En las citas de seguimiento, las radiografías pueden ayudar al médico de su hijo a ver si los huesos se están curando correctamente.

Fractura por estrés del peroné

Los ligamentos conectan hueso con hueso para proporcionar estabilidad a las articulaciones. Suelen lesionarse en caso de esguinces de tobillo. También pueden lesionarse en relación con las fracturas de tobillo. Cuando los ligamentos se rompen y se asocian a una fractura de tobillo, este daño puede hacer que el tobillo sea inestable. El ligamento deltoideo se encuentra en la parte interna del tobillo y proporciona la mayor parte de la estabilidad del tobillo. Si el ligamento deltoideo se rompe en asociación con una fractura, el tobillo suele ser inestable.

En la articulación del tobillo, o en cualquier otra articulación del cuerpo, dos o más huesos se mueven entre sí. Entre los huesos hay un cojín o revestimiento llamado cartílago. El adelgazamiento o el daño de esta almohadilla puede provocar artritis o inflamación en la articulación.

Las roturas de tobillo suelen estar causadas por una lesión por rotación, en la que el tobillo se tuerce, gira o rueda al caminar o correr, como ocurre en la actividad deportiva. Pero también pueden ser causadas por un impacto de gran fuerza, como una caída o una colisión de automóvil.

Fractura aislada de peroné

Las fracturas de peroné son una lesión común en el más pequeño de los dos huesos de la parte inferior de la pierna. Las fracturas de peroné pueden producirse junto con una fractura de tibia o una fractura de tobillo. Aunque muchas fracturas de peroné se producen debido a un fuerte impacto, las fracturas por estrés también son comunes, especialmente entre los atletas. La recuperación suele durar seis o más semanas, puede requerir una intervención quirúrgica y a menudo exige un periodo de actividad sin carga de peso.

El peroné es uno de los cuatro huesos más largos del cuerpo [1] y el más pequeño de los dos huesos de la pierna que se extiende entre la rodilla y el tobillo. A veces se le llama hueso de la pantorrilla y se sitúa ligeramente por detrás y hacia el exterior de la tibia. El peroné es vulnerable a las roturas debido a su tamaño.

El peroné funciona principalmente como punto de unión de muchos músculos de la parte inferior de la pierna y como soporte de la tibia, que es más grande [2]. Debido a esta gran función y a las fuerzas inherentes que ejercen sobre el hueso tantos músculos, las fracturas por estrés del peroné son frecuentes. El peroné sólo soporta entre el 14 y el 17 por ciento del peso del cuerpo, mientras que la tibia, de mayor tamaño, soporta la mayor parte.

Ejercicios de rehabilitación de fractura de peroné

La rotura de tobillo, también llamada fractura de tobillo, es una lesión frecuente en la infancia. Esta fractura implica la rotura de uno o varios de los huesos que componen el tobillo: la tibia (hueso de la espinilla), el peroné (hueso exterior del tobillo) y el astrágalo (pequeño hueso de la parte posterior del pie).

Las fracturas de tobillo en los niños pueden ser desde muy leves hasta complejas. Las fracturas básicas suelen tratarse con éxito con una simple bota para caminar, mientras que las lesiones más complejas pueden requerir cirugía. Un cirujano ortopédico le asesorará sobre las opciones de tratamiento de las fracturas de tobillo de su hijo, así como sobre los cuidados de seguimiento a largo plazo para controlar el resultado del tratamiento.

Las fracturas de tobillo en niños y adolescentes suelen producirse en la tibia o el peroné y suelen afectar a los cartílagos de crecimiento. Los cartílagos de crecimiento son zonas de cartílago, situadas cerca de los extremos de los huesos largos, que se endurecen y se convierten en hueso sólido cuando el niño llega a ser adulto. Como los cartílagos de crecimiento son la última parte de los huesos en endurecerse, son vulnerables a las fracturas.

Durante la adolescencia, cuando el cartílago de crecimiento comienza a cerrarse y endurecerse, pueden producirse fracturas transitorias del cartílago de crecimiento en proceso de maduración. Dos fracturas transicionales comunes del tobillo son las fracturas en triplano y las fracturas de Tillaux (véase el tratamiento, más adelante).