Tema de la lectura
En contra de lo que algunos creen, aprender a leer no es un proceso “natural” que se produce por sí solo. Es un proceso complejo que requiere la enseñanza adecuada de diversas habilidades y estrategias, como la fonética (conocer la relación entre letras y sonidos) y la conciencia fonémica.
La buena noticia es que, aunque la lectura en sí es un proceso complejo, los pasos que se dan para desarrollar estas habilidades son bastante sencillos y directos. Para enseñar a los niños a leer y convertirlo en una experiencia positiva y gratificante, pruebe las siguientes estrategias sencillas y probadas con el tiempo.
Las canciones infantiles no sólo son divertidas: la rima y el ritmo ayudan a los niños a escuchar los sonidos y las sílabas de las palabras, lo que les ayuda a aprender a leer. Una buena manera de fomentar la conciencia fonémica (una de las habilidades más importantes para aprender a leer) es aplaudir juntos y recitar canciones al unísono. Esta actividad lúdica y de unión es una forma fantástica de que los niños desarrollen implícitamente las habilidades de lectoescritura que los prepararán para el éxito en la lectura.
Actividades de lectura
Un alumno de una escuela primaria de Mississippi lee un libro en clase. Las investigaciones demuestran que los niños pequeños necesitan una enseñanza fonética explícita y sistemática para aprender a leer con fluidez. Crédito: Terrell Clark para The Hechinger Report
Enseñar a los niños a leer no es fácil; los educadores suelen tener una opinión muy firme sobre cuál es la forma “correcta” de enseñar esta habilidad esencial. Aunque los enfoques de los profesores pueden diferir, la investigación es bastante clara sobre la mejor manera de ayudar a los niños a aprender a leer. Esto es lo que los padres deberían buscar en el aula de sus hijos.
Las investigaciones demuestran que los niños aprenden a leer cuando son capaces de identificar letras o combinaciones de letras y relacionarlas con los sonidos. Hay más cosas, por supuesto, como atribuir significado a las palabras y frases, pero la conciencia fonémica (entender los sonidos de las palabras habladas) y la comprensión de la fonética (saber que las letras impresas se corresponden con los sonidos) son los primeros pasos más básicos para convertirse en lector.
Si los niños no dominan la fonética, es más probable que tengan dificultades para leer. Por eso los investigadores afirman que es importante una enseñanza explícita y sistemática de la fonética: los profesores deben guiar a los alumnos paso a paso a través de una secuencia específica de letras y sonidos. Los niños que aprenden a descifrar las palabras pueden aplicar esa habilidad a palabras más complejas y, finalmente, leer con fluidez. Algunos niños pueden no necesitar mucha ayuda con la fonética, especialmente a medida que crecen, pero los expertos afirman que la enseñanza de la fonética puede ser esencial para los niños pequeños y los lectores con dificultades. “No sabemos cuánta fonética necesita cada niño”, afirma Anders Rasmussen, director de la escuela primaria Wood Road de Ballston Spa (Nueva York), que recientemente dirigió la transformación del programa de lectura de su escuela hacia un enfoque estructurado y basado en la investigación. “Pero sabemos que ningún niño sale perjudicado por recibir demasiada cantidad”.
Estrategias de lectura
Con la alfabetización estructurada, los profesores introducen nuevos conceptos y habilidades en un orden lógico. Enseñan de forma explícita y explican plenamente los conceptos y las habilidades. Los profesores también comprueban continuamente la comprensión de los alumnos.
Instrucción explícita: Con la instrucción explícita, se consigue que el aprendizaje sea claro y sencillo para los alumnos. No hay conjeturas. Usted modela directamente una habilidad utilizando múltiples ejemplos y verbaliza su proceso de pensamiento al mismo tiempo. Por ejemplo, puede utilizar la instrucción explícita para mostrar a los alumnos cómo segmentar una palabra de una sílaba en sonidos individuales.
En la instrucción sistemática y secuencial, usted enseña las destrezas en un orden lógico. Los alumnos aprenden y dominan las habilidades más fáciles antes de pasar a las más complejas. Por ejemplo, se enseña a los alumnos a combinar dos letras antes de pedirles que encuentren las combinaciones en las palabras.
El objetivo de la enseñanza sistemática y secuencial es asegurarse de que los alumnos tienen los conocimientos necesarios para aprender una nueva habilidad. Los profesores que utilizan este tipo de enseñanza también siguen practicando y repasando las habilidades aprendidas previamente.
Aprender a leer
Con la abundancia de información que existe, puede parecer que no hay una respuesta clara sobre cómo enseñar a leer a un niño. Como padre ocupado, es posible que no tenga tiempo para analizar todas las opiniones contradictorias.
Por eso estamos aquí para ayudarte. Hay algunos elementos clave a la hora de enseñar a los niños a leer, así que hemos reunido nueve consejos eficaces para ayudarte a potenciar las habilidades de lectura y la confianza de tu hijo.
Solíamos aprender que la “b” significa “pelota”. Pero cuando se dice la palabra “ball” (pelota), suena diferente a decir la letra B por sí sola. Puede ser un concepto extraño para un niño pequeño.
En lugar de centrarte en los nombres de las letras, te recomendamos que les enseñes los sonidos asociados a cada letra del alfabeto. Por ejemplo, puedes explicarles que la B produce el sonido /b/ (se pronuncia igual que cuando se dice la palabra pelota en voz alta).
Una vez que hayan establecido un vínculo firme entre un puñado de letras y sus sonidos, los niños pueden empezar a pronunciar palabras cortas. El conocimiento de los sonidos de la B, la T y la A permite al niño pronunciar la palabra bat y tab.
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