Se me duerme el pie izquierdo

Qué pasa cuando se te duerme el pie

A todos nos ha pasado. Te despiertas por la mañana y una de tus manos está completamente dormida. Se siente muerta, pesada y simplemente no funciona. Tal vez también sientas un hormigueo. O te levantas después de una larga cena o una película y una de tus piernas se siente así. Luego, durante unos minutos -quizás te sacudiste las manos, pisaste el pie- todo vuelve a la normalidad. Hasta la próxima vez.

La primera vez que ocurrió esto, pudo ser preocupante. Ahora que sabes que es temporal y que le pasa a todo el mundo, puede que no te moleste. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué demonios ocurre esto? Sigue leyendo.

Cuando alguien se queja de que se le duerme la mano o la pierna, le tranquilizo. Suelo explicar: “Los nervios no están contentos”. En general, el entumecimiento, el hormigueo y otros síntomas denominados parestesias se deben en la mayoría de los casos a una función nerviosa anormal. Y cuando esto es intermitente, temporal y está relacionado con mantener una posición durante mucho tiempo, rara vez es algo de lo que preocuparse. La causa en estos casos es simplemente la presión sobre uno o más nervios que viajan hacia las manos o los pies. Cuando se elimina la presión (cambiando de posición, por ejemplo), el problema desaparece.

Qué ocurre cuando se te duerme la pierna durante mucho tiempo

Qué sensación tan extraña cuando tu pie se duerme y tus dedos sienten tu pierna, pero tu pierna no siente tus dedos. Es una percepción tan peculiar y punzante. Tu pie sigue conectado, sólo que has olvidado cómo usarlo. Mientras tratas de devolverle la vida, te das cuenta de cómo son los pacientes con parálisis. Le dices a tu pierna y a tu pie que caminen, pero el mensaje parece desconectado y confuso. ¿Por qué? Sin saberlo, has aplicado una presión directa sobre un nervio, cortando el suministro de sangre a ese nervio, causando lo que los médicos llaman “parestesia”.

El entumecimiento emocional nos inmoviliza temporalmente, como un pie que se ha dormido. Cuando estamos adormecidos, a veces las tareas más sencillas parecen difíciles, igual que la simple tarea de caminar parece difícil si no tenemos sensibilidad en la pierna.

Aunque exteriormente tengamos el mismo aspecto que nuestro pie cuando está “dormido”, podemos sentirnos extrañamente ajenos. Al igual que nuestro pie parece mucho más grande de lo que es en realidad, nuestros problemas pueden parecer mucho más grandes. Puede parecer que todo el mundo nos está pinchando. Asimismo, cuando nuestro pie está dormido, podemos sentir una sensación de pinchazo. Nuestra percepción puede estar distorsionada, siendo insensibles a nuestras bendiciones, a nuestra familia y amigos. De la misma manera que podemos pisar nuestro pie cuando se ha dormido, podemos pisar nuestro día sin deleite.

Se me ha dormido el pie cómo despertarlo

Ya conoces la sensación. Llevas media hora sentado haciendo los deberes, con una pierna metida debajo. Te entra sed y te levantas de un salto para beber agua. Pero en cuanto pones el pie en el suelo… ¡Uf! Sientes como si estuvieras caminando sobre alfileres y agujas.

Algunas personas creen que la parestesia -la sensación de pesadez, de hormigueo, de ardor o de agujas “raras” cuando se te duerme el pie- se debe a que no circula suficiente sangre por el pie. Sin embargo, en realidad, el hecho de que el pie se duerma tiene más que ver con los nervios.

Los nervios son como pequeños cables que recorren todo el cuerpo. Al igual que los cables eléctricos de toda la casa que llevan la electricidad a los enchufes, los nervios llevan mensajes de un lado a otro entre las distintas partes del cuerpo y el cerebro.

Si te sientas sobre el pie durante mucho tiempo, comprimes los nervios de esa zona. Por supuesto, esto también puede ocurrir en otras partes del cuerpo. A la gente se le pueden dormir las piernas, los brazos y las manos de vez en cuando.

Cuando se comprimen los nervios de una zona determinada, se interrumpe temporalmente la comunicación de esa parte del cuerpo con el cerebro. Como resultado, esa parte del cuerpo no siente nada porque no se comunica con el cerebro.

El pie está dormido y no se despierta

Los nervios son los que transmiten las sensaciones, como el dolor, a través de señales enviadas desde el resto del cuerpo al cerebro. Si hay demasiada presión sobre los nervios, no pueden hacer su trabajo de transmitir esos mensajes.

Así es como funciona: la presión reduce el flujo sanguíneo en los vasos que alimentan los nervios. Sin ese suministro de sangre, los nervios no pueden transmitir los mensajes del cuerpo al cerebro. Acaban enviando señales con las que el cerebro no sabe qué hacer, por lo que empieza a producir diferentes sensaciones, como hormigueo o entumecimiento.

Cuando se alivia esa presión sobre los nervios, normalmente cambiando de posición, los nervios empiezan a recuperar su función. Durante un tiempo, la sangre fluye más libremente a esa parte del cuerpo, lo que hace que los pinchazos empeoren durante un tiempo. Cuando el flujo sanguíneo se restablece y los nervios vuelven a funcionar correctamente, la sensación disminuye.

Algunas personas dicen que sacudir el miembro dormido o masajearlo puede ayudar. O, si se trata del pie, caminar sobre él. No existe ninguna prueba científica o médica real que demuestre que alguna de estas estrategias funciona (no parece que se haya estudiado). Sin embargo, parecen bastante seguras de probar. Sólo hay que tener cuidado si se camina con el pie dormido: la pérdida de sensibilidad puede desequilibrarte y hacerte caer.