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¿Puede un desgarro del labrum de la cadera curarse por sí solo?
Los desgarros del labrum acetabular (desgarros del labrum) pueden causar dolor, rigidez y otros síntomas incapacitantes de la articulación de la cadera. El dolor puede producirse si el labrum está desgarrado, deshilachado o dañado. Los adultos activos de entre 20 y 40 años son los que se ven afectados con mayor frecuencia, requiriendo algún tipo de tratamiento para poder mantenerse activos y funcionales. La nueva información obtenida a partir de los estudios en curso está cambiando la forma de tratar esta afección, pasando de un enfoque quirúrgico a una vía más conservadora (no quirúrgica).Esta guía le ayudará a comprender
El labrum acetabular es un borde fibroso de cartílago alrededor de la cavidad de la cadera que es importante para el funcionamiento normal de la cadera. Ayuda a mantener la cabeza del fémur (hueso del muslo) dentro del acetábulo (cavidad de la cadera). Proporciona estabilidad a la articulación.
Nuestro conocimiento del labrum acetabular se ha ampliado en los últimos 10 años. La disponibilidad de fotografías de alta potencia y la mejora de las técnicas de laboratorio han permitido observar con más detalle la estructura de esta zona de la cadera.
El labrum es una pieza de tejido conectivo que rodea el borde de la cavidad de la cadera (acetábulo). Tiene dos lados: uno está en contacto con la cabeza del fémur y el otro toca y se interconecta con la cápsula articular. La cápsula está formada por fuertes ligamentos que rodean la cadera y ayudan a mantenerla en su sitio al tiempo que le permiten moverse en muchas direcciones,
Cojera por desgarro del labrum
OverviewLos desgarros del labrum de la cadera son más frecuentes en personas que practican determinados deportes o que tienen anomalías estructurales en la cadera. Si los tratamientos conservadores no ayudan, el médico puede sugerir una intervención quirúrgica para extirpar o reparar el labrum desgarrado.Un desgarro del labrum de la cadera afecta al anillo de cartílago (labrum) que sigue el borde exterior de la cavidad de la articulación de la cadera. Además de amortiguar la articulación de la cadera, el labrum actúa como un sello o junta de goma para ayudar a mantener la bola en la parte superior del fémur de forma segura dentro de la cavidad de la cadera.
Los deportistas que practican deportes como el hockey sobre hielo, el fútbol, el golf y el ballet corren un mayor riesgo de sufrir desgarros del labrum de la cadera. Las anomalías estructurales de la cadera también pueden provocar un desgarro del labrum de la cadera.SíntomasMuchos desgarros del labrum de la cadera no presentan signos ni síntomas. Sin embargo, algunas personas presentan uno o más de los siguientes síntomas:
ComplicacionesUn desgarro del labrum de la cadera puede hacer que sea más probable que desarrolle osteoartritis en esa articulación en el futuro.PrevenciónSi los deportes que practica suponen un gran esfuerzo para sus caderas, acondicione los músculos circundantes con ejercicios de fuerza y flexibilidad.DiagnósticoSu médico le hará un historial de sus molestias. Durante la exploración física, el médico le moverá la pierna, y especialmente la articulación de la cadera, en varias posiciones para comprobar si hay dolor y evaluar la amplitud de movimiento de la cadera. También puede observarle mientras camina.Exploraciones de imagenUn desgarro del labrum de la cadera rara vez se produce de forma aislada. En la mayoría de los casos, otras estructuras de la articulación de la cadera también presentan lesiones. Las radiografías son excelentes para visualizar el hueso. Permiten comprobar si hay fracturas y anomalías estructurales.
¿Puede empeorar un desgarro del labrum de la cadera?
El labrum es un borde de fibrocartílago que rodea la articulación de la cadera y le da estabilidad. Este tipo de cartílago sella la articulación, profundiza la cavidad y protege la articulación disminuyendo las fuerzas transmitidas a la misma. Un desgarro del labrum puede causar dolor en la parte delantera de la cadera, en la ingle o en el lateral de la cadera. El dolor suele empeorar al caminar, pivotar o realizar actividades de impacto como correr. El dolor también se produce por la noche y puede asociarse a chasquidos, enganches o bloqueos.
Los desgarros del labrum se producen en relación con un acontecimiento traumático, como un accidente de tráfico, una caída o una colisión con otro jugador. Sin embargo, también se daña a través de lesiones por uso excesivo debido a fuerzas de torsión repetitivas en la articulación de la cadera y el labrum. Los deportistas que realizan repetidamente movimientos de rotación en la cadera, como el fútbol, el hockey, el golf y la danza, tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones. Las anomalías estructurales subyacentes de la cadera aumentan el riesgo de que una persona sufra un desgarro del labrum. Estas anomalías incluyen el pinzamiento femoroacetabular (FAI) y la displasia de cadera.
Qué no hacer en caso de rotura del labrum de la cadera
El síndrome de pinzamiento femoroacetabular (FAIS) sintomático es una afección dolorosa que conlleva una disminución de la función. Actualmente se desconoce cómo cambia la marcha a lo largo del tiempo después de una intervención quirúrgica por FAIS antes de un año, o cómo se presentan estos cambios en las mujeres.
Se evaluaron las comparaciones entre grupos de la subescala de actividad de la vida diaria de la Hip Outcome Score (HOSadl) y la biomecánica de la marcha en las sesiones preoperatorias y a los tres y seis meses del postoperatorio. Se realizó un mapeo estadístico paramétrico sobre los datos de las series temporales normalizadas.
En el preoperatorio, el grupo FAIS tenía puntuaciones de HOSadl bajas [Preoperatorio: 64,1 (15,4), Controles 100,0 (0), p<0,001;], caminaba un 15% más lento y tenía varias diferencias en la marcha en comparación con los controles. A los tres meses del postoperatorio, el grupo FAIS presentaba una mayor vGRF (p=0,013), ángulos de dorsiflexión del tobillo (p=0,021) y momento de dorsiflexión externa (p=0,012) en la mitad de la marcha, así como una mayor flexión de la rodilla en la segunda mitad del apoyo (p<0,001). El grupo FAIS también demostró una menor extensión de la cadera (p=0,024) y abducción de la cadera (p=0,010) durante la segunda mitad de la postura, lo que se tradujo en una menor extensión de la cadera (p=0,040) y abducción de la cadera (p=0,025) durante la fase posterior del swing. Los pacientes FAIS mejoraron su HOSadl a 87,6 (7,6) a los 6 meses del postoperatorio y tuvieron un mayor momento de dorsiflexión (p=0,003) y rotación externa del tobillo durante el apoyo (p=0,033). Los pacientes con FAIS también mostraron un mayor momento de ER externa de la cadera en el apoyo tardío (p<0,001).
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