Porque me molestan los tampones

Cómo colocar un tampón

¿Tu flujo es muy ligero? A veces resulta ligeramente doloroso introducir o extraer un tampón simplemente porque tu vagina está seca. También puede estar más seca después del parto o durante la lactancia o la perimenopausia, cuando los niveles de estrógeno son bajos. El uso de un lubricante debería ayudar a aliviar la sequedad y facilitar el deslizamiento del aplicador.

También es posible que tus músculos pélvicos no estén lo suficientemente relajados mientras te pones o sacas el tampón. Comprueba si te ayuda respirar profundamente, y luego soltar completamente los músculos pélvicos, antes de juguetear con el tampón. Aunque no es frecuente, algunas mujeres padecen una afección conocida como vaginismo, que hace que los músculos del canal vaginal se tensen, y pueden sentir una sensación de desgarro o ardor si se introducen algo. Hacer ejercicios de Kegel suele ayudar a relajar el suelo pélvico. Pero para algunas mujeres, el vaginismo está relacionado con el estrés subyacente o la ansiedad sobre el sexo, y el asesoramiento puede ser útil.

Si describes el dolor más bien como un escozor cuando te pones un tampón, podría ser un signo de vulvodinia, un trastorno de dolor que afecta a la vulva. El tratamiento varía de una mujer a otra: Algunas encuentran alivio utilizando una compresa fría o tomando un antidepresivo en dosis bajas. También puede probarse el cambio a productos menstruales y ropa interior de algodón. Si tienes problemas para ponerte un tampón, también existe la posibilidad de que tengas un quiste, un pequeño saco que suele estar lleno de líquido sobre el revestimiento vaginal o dentro de él.

¿Por qué duele ponerse un tampón?

Por supuesto. Puedes llevar un tampón hasta 8 horas, de día o de noche, pero ten en cuenta que debes cambiarte el tampón cada 4 u 8 horas y utilizar la menor absorbencia posible para reducir el riesgo de SST (Síndrome de Shock Tóxico).

Puedes hacer todo lo que quieras: nadar, bañarte, hacer deporte, etc. No hay deslizamiento ni desplazamiento como con una compresa. Así que son perfectas para mujeres activas como tú. Lee la opinión de otras mujeres sobre el uso de los tampones Playtex® Sport® para nadar y practicar otros deportes.

Definitivamente no. A veces los tampones se introducen de forma incorrecta (normalmente no se introducen lo suficiente) y se sienten raros. El hecho de que te duela al sacarlo es porque los tampones están diseñados para expandirse en tu cuerpo. Cuando sacas un tampón seco que lleva poco tiempo en la vagina, puede resultar incómodo. La próxima vez, dale al tampón la oportunidad de absorber parte de tu flujo menstrual. Así no estará seco y no arrastrará por tu delicado revestimiento vaginal.

Todos sabemos lo fácil que es difundir información errónea en Internet. Sin embargo, hay organizaciones gubernamentales como Health Canada que tienen requisitos estrictos para la producción de tampones para asegurarse de que están libres de cualquier material dañino.

Dolor por el tampón

¿Sabías que el primer tampón de la historia se inventó en el Antiguo Egipto, cuando se fabricaba con la planta del papiro? La menstruación y los tampones se remontan a mucho tiempo atrás, y hay muchas razones por las que es una relación que ha resistido el paso del tiempo. Los tampones proporcionan una protección fiable, incluso cuando nadas con la regla. Además, pueden ser respetuosos tanto con tu cuerpo como con el planeta si eliges tampones de algodón orgánico y sin plástico.

Los tampones son una forma popular de controlar la menstruación, pero hay muchas personas en todo el mundo que deciden no utilizarlos por diversas razones culturales y religiosas, algo que hay que tener en cuenta si se viaja con la menstruación. Si eres nueva en el uso de tampones, pueden ser un poco desalentadores. De hecho, a menudo nos preguntan cómo se pone un tampón y qué se siente al usarlo por primera vez. Por eso hemos elaborado esta guía paso a paso sobre cómo ponerse un tampón, que incluye consejos para evitar las pérdidas de sangre cuando se lleva uno.

El primer paso para ponerse un tampón es decidir qué tipo de tampón quieres utilizar: con aplicador o sin aplicador. Dependiendo de lo que elijas, la forma de usar el tampón cambia. Lee a continuación sobre ambos métodos de aplicación para ayudarte a decidir con cuál te sientes más cómoda.

No se puede introducir el tampón

Las compresas son rectángulos de material absorbente que se pegan en el interior de la ropa interior. Algunas tienen un material adicional en los laterales (llamado “alas”) que se pliega sobre los bordes de la ropa interior para sujetar mejor la compresa y evitar las fugas. A veces, las compresas se denominan compresas higiénicas o toallas sanitarias.

Para utilizar una compresa, despega la tira adhesiva y pégala a tu ropa interior. Cambia la compresa cada 3-4 horas aproximadamente. Si tu periodo es abundante, puedes cambiar la compresa con más frecuencia. Cambiar las compresas con frecuencia puede reducir el olor.

Cuando te quites la compresa, envuélvela en papel higiénico y deposítala en el cubo de la basura (o si estás en el colegio o en otro baño público, utiliza la caja especial para desechos que se encuentra en la mayoría de los puestos). Si tienes una mascota en casa, asegúrate de tirar las compresas en un cubo de basura al que no pueda acceder tu mascota. No intentes tirar las compresas por el retrete, ya que son demasiado grandes y pueden hacer que el retrete se atasque y se forme un enorme (y vergonzoso) lío.

Los tampones también absorben la sangre menstrual, pero actúan desde el interior de la vagina. El material absorbente de un tampón se aprieta en forma de pequeño cilindro. El tampón se introduce en la vagina y absorbe la sangre antes de que salga. Muchas chicas se preguntan: ¿cómo se ponen? Algunos tampones tienen aplicadores, que son tubos de plástico o cartón que ayudan a colocar el tampón en su sitio. Otros tampones se colocan con los dedos.