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Desprendimiento de la placenta
El diagnóstico de una placenta baja cuando estás tan cerca de dar a luz al bebé que has estado esperando nunca es algo agradable de escuchar por parte de tu ginecólogo. Una placenta baja en las madres indias es poco frecuente, pero puede ser peligrosa para tu bebé, ya que su proximidad al cuello uterino puede dificultar el paso del bebé hacia el exterior. La placenta desempeña un papel fundamental en la protección del bebé en el útero. A medida que el bebé crece en el útero, hay varias razones por las que puede experimentar el raro cambio de posición de la placenta. Sin embargo, una placenta baja con potencial para causar complicaciones no se produce de la noche a la mañana. Las ecografías son una de las formas más eficaces de ayudar a seguir este movimiento desde el principio. En este artículo también se destacan algunos de los primeros síntomas de este trastorno que te ayudarán a identificarlo a tiempo, disminuyendo la gravedad de sus complicaciones en una fase posterior.
Placenta anterior
Aunque son relativamente raras, la placenta previa y el acretismo representan un gran porcentaje de la morbilidad y mortalidad maternas en la obstetricia moderna. La hemorragia es una complicación importante de la placentación anormal, y el diagnóstico y la intervención tempranos en estas condiciones pueden permitir al médico minimizar los riesgos para la madre y el feto. El actual uso generalizado de la ecografía en obstetricia ha hecho avanzar enormemente nuestra capacidad para diagnosticar y tratar las hemorragias obstétricas anormales.
Laing FC: Ultrasound evaluation of obstetric problems relating to the low uterine segment and cervix. En Sanders RC, James AE (eds): The principles and practice of ultrasonography in obstetrics and gynecology, 3rd ed, p 663. Nueva York, Appleton-Century-Crofts, 1985
La tríada del desprendimiento de la placenta
Durante el embarazo, la placenta se desarrolla junto con el bebé para proporcionarle nutrientes y oxígeno. Se adhiere a la pared del útero y conecta al bebé con su sistema sanguíneo. Después de que tu bebé nazca, la placenta saldrá, por lo que también se conoce como placenta (RCOG, 2018a).
A medida que el útero crece hacia arriba, es probable que la placenta se aleje del cuello uterino. Tu matrona lo comprobará durante una exploración adicional a las 32 semanas (RCOG, 2018a). Si en esa exploración se comprueba que tu placenta sigue estando baja, te harán otra exploración a las 36 semanas (RCOG, 2018a).
La placenta previa puede ser mayor o menor: una placenta previa mayor cubre todo el cuello del útero, y una placenta previa menor solo cubre una parte (RCOG, 2018b). También oirás que los médicos y las matronas la llaman placenta previa o posterior. Esto depende de si se encuentra en la pared frontal (anterior) o posterior (trasera) del útero (Jang et al, 2011).
En el caso de la placenta previa, existe la posibilidad de que se produzca una hemorragia en la segunda mitad del embarazo. Esto se debe a que es cuando la placenta se encuentra en la parte inferior del útero, que se estira a medida que el bebé crece (RCOG, 2018a).
La placenta previa de los bebés que giran
La placenta se desarrolla junto con el bebé en el útero durante el embarazo. Se adhiere a la pared del útero y sirve de conexión entre usted y su bebé. El oxígeno y los nutrientes pasan de tu sangre a la del bebé a través de la placenta. La placenta se expulsa poco después del nacimiento del bebé y a veces se denomina placenta.
En algunas mujeres, la placenta se adhiere a la parte inferior del útero y puede cubrir parte o la totalidad del cuello uterino. En la mayoría de los casos, la placenta se desplaza hacia arriba y se aparta a medida que el útero crece durante el embarazo. Sin embargo, en algunas mujeres, la placenta sigue estando en la parte inferior del útero a medida que avanza el embarazo. Esta situación se conoce como placenta baja si la placenta está a menos de 20 mm del cuello uterino o como placenta previa si la placenta cubre completamente el cuello uterino.
Existe el riesgo de que tengas una hemorragia vaginal, sobre todo hacia el final del embarazo, porque la placenta se encuentra en la parte baja del útero. Las hemorragias de la placenta previa pueden ser muy intensas, y a veces ponen en peligro tu vida y la de tu bebé.
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