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Dolor de muñeca
La artritis implica la inflamación de una o varias articulaciones. El dolor y la rigidez son síntomas comunes de la artritis, y cuando éstos se producen en la muñeca, las actividades cotidianas sencillas pueden resultar más difíciles.
Hay muchos tipos de artritis, y la mayoría de ellos pueden afectar a la muñeca. Aunque la gravedad de los síntomas relacionados con la artritis puede variar, la mayoría de las enfermedades relacionadas con la artritis son crónicas. Esto significa que son duraderas -incluso permanentes- y pueden acabar causando graves daños en la articulación.
La muñeca es una articulación compleja: está formada por múltiples articulaciones pequeñas. Cuando están sanas, los huesos se deslizan fácilmente unos sobre otros durante el movimiento, protegidos por un cartílago suave que recubre las superficies articulares. La artritis daña este cartílago. A medida que la enfermedad avanza, se produce una pérdida gradual de cartílago. Sin una superficie articular lisa, los huesos rozan entre sí, lo que provoca daños en la articulación que no pueden repararse.
Aunque hoy en día no existe una cura para la artritis, hay muchas opciones de tratamiento disponibles para ayudar a aliviar sus síntomas. Algunas opciones también pueden ralentizar la progresión del daño articular. Con el tratamiento adecuado, muchas personas son capaces de controlar sus síntomas y mantenerse activas.
Artritis de muñeca
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria multisistémica mediada por el sistema inmunitario que afecta predominantemente a las articulaciones sinoviales. Fue descrita por primera vez por Alfred Baring Garrod en el año 1800. La enfermedad puede provocar inflamación, destrucción articular, deformidad y discapacidad, y también puede presentar manifestaciones extraarticulares. La artritis inflamatoria que afecta a las pequeñas articulaciones de las manos es la presentación inicial más común en la artritis reumatoide. Las articulaciones de la mano más afectadas son las metacarpofalángicas, las interfalángicas proximales y las de la muñeca. En la AR, la artritis suele ser bilateral y simétrica. Otras articulaciones que pueden verse afectadas en la AR son las rodillas, los tobillos, los codos, los hombros, las articulaciones metatarsofalángicas, la columna cervical y las articulaciones temporomandibulares.
Dolor en la articulación de la mano
La artritis reumatoide (AR) es un trastorno autoinmune de larga duración que afecta principalmente a las articulaciones.[1] Suele provocar calor, inflamación y dolor en las articulaciones.[1] El dolor y la rigidez suelen empeorar tras el reposo.[1] Lo más habitual es que se vean afectadas las muñecas y las manos, y las mismas articulaciones suelen estar afectadas en ambos lados del cuerpo. [La enfermedad también puede afectar a otras partes del cuerpo, como la piel, los ojos, los pulmones, el corazón, los nervios y la sangre[1], lo que puede provocar un recuento bajo de glóbulos rojos, inflamación alrededor de los pulmones e inflamación alrededor del corazón[1]. También puede haber fiebre y poca energía[1]. A menudo, los síntomas aparecen gradualmente a lo largo de semanas o meses[2].
Aunque la causa de la artritis reumatoide no está clara, se cree que implica una combinación de factores genéticos y ambientales[1]. El mecanismo subyacente consiste en que el sistema inmunitario del cuerpo ataca las articulaciones[1], lo que provoca la inflamación y el engrosamiento de la cápsula articular[1] y afecta al hueso y al cartílago subyacentes. [El diagnóstico se realiza sobre todo en función de los signos y síntomas de la persona[2]. Las radiografías y las pruebas de laboratorio pueden apoyar el diagnóstico o excluir otras enfermedades con síntomas similares[1]. Otras enfermedades que pueden presentarse de forma similar son el lupus eritematoso sistémico, la artritis psoriásica y la fibromialgia, entre otras[2].
Deformación de la muñeca en la artritis reumatoide
Aunque la artritis reumatoide (AR) es una afección que afecta a todo el cuerpo, suele afectar a las pequeñas articulaciones de las manos. La inflamación de la AR puede hacer que las muñecas, los dedos y los pulgares duelan y aparezcan hinchados. La fuerza de agarre puede ser más débil de lo normal.
El dolor y la rigidez debilitantes de las manos pueden obstaculizar las tareas diarias esenciales, como vestirse, así como el trabajo y las aficiones. A continuación se ofrecen consejos para ayudar a controlar el dolor de manos de la AR y minimizar su impacto en la vida diaria.
Los terapeutas ocupacionales están capacitados para ayudarle a fortalecer las articulaciones de la mano y la muñeca y a mejorar la destreza de la mano. Por lo general, pueden pasar más tiempo con los pacientes que un médico, por lo que pueden tener una mejor oportunidad de conocer sus rutinas diarias únicas y sugerir soluciones específicas y productos que pueden ayudarle a realizar las tareas cotidianas.
Las férulas se venden bajo muchas marcas diferentes y pueden estar disponibles sin receta médica o con ella. Su reumatólogo, cirujano de la mano o terapeuta ocupacional puede recomendarle una adecuada para sus síntomas articulares.
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