Pros y contras de la copa menstrual

Copa menstrual limpia

Tanto si te estás planteando el cambio a la copa menstrual por motivos medioambientales o de salud, como por pura curiosidad, hay muchas preguntas (y mitos) en lo que respecta a las copas menstruales. Hemos pedido a la Dra. Raelia Lew, ginecóloga y especialista en fertilidad, que comparta su opinión experta sobre las copas menstruales y responda a algunas de las preguntas más frecuentes relacionadas con ellas.

Las copas menstruales son una opción cada vez más popular para el cuidado de la menstruación con conciencia ecológica, pero al ser una opción nueva, pueden parecer muy diferentes e incluso abrumadoras para quienes sólo han utilizado productos tradicionales para la menstruación.

Para responder a las preguntas más frecuentes, hemos recurrido a la Dra. Raelia Lew, especialista en fertilidad, ginecóloga y directora de Women’s Health Melbourne, para que nos dé su opinión sobre las copas menstruales.

Desde luego que sí. Como opción reutilizable, sostenible y cómoda para el cuidado de la menstruación, recomiendo las copas a cualquier mujer que se sienta cómoda utilizando un método intravaginal. Una copa menstrual no necesita cambiarse tanto como una compresa o un tampón, lo que ayuda a minimizar el impacto en el medio ambiente. Las copas tampoco presentan el riesgo de síndrome de shock tóxico que pueden tener los tampones.

Datos sobre las copas menstruales

Hay muchos productos menstruales en el mercado entre los que se puede elegir cuando se trata de la menstruación. Un producto que existe desde hace tiempo, pero que se ha hecho más popular en los últimos años, es la copa menstrual.

La copa menstrual es un dispositivo que se introduce en la vagina para recoger la sangre y evitar que salga durante el periodo menstrual. Cuando la copa está llena, puede extraerse y vaciarse en un inodoro antes de limpiarla y volver a introducirla.

Además, las copas menstruales están fabricadas con materiales seguros para el cuerpo que no contienen las sustancias químicas que contienen algunos productos de un solo uso. El riesgo de una rara enfermedad conocida como síndrome de shock tóxico (SST) que se asocia al uso de tampones se elimina cuando se utiliza una copa menstrual.

Otro inconveniente relacionado con el desorden es la necesidad de enjuagar o limpiar la copa antes de volver a colocarla. Algunas se sienten incómodas haciendo esto en el lavabo, especialmente en los baños públicos. Para solucionar este problema, algunas mujeres llevan una pequeña botella de agua o de spray mientras utilizan la copa, o llevan toallitas húmedas.

Inventor de la copa menstrual

¿Cansada de los voluminosos e incómodos productos para el periodo que hay que cambiar cada pocas horas para evitar las temidas fugas? Tal vez tengas la misión de reducir tu impacto en el planeta (o ahorrar algo de tu dinero duramente ganado).

Estas copas flexibles fabricadas con silicona o caucho de calidad médica se introducen en el interior de la vagina durante el periodo. Y a diferencia de las compresas o tampones, que absorben el flujo menstrual, las copas menstruales recogen la sangre.

“Al principio, es posible que tengas que probar varios métodos de plegado para que se introduzcan correctamente”, dice la Sra. Fragale. “Para que el proceso sea más cómodo, prueba a utilizar un lubricante a base de agua o a mojar la copa primero. Una vez que consigas colocarla correctamente, no deberías sentirla”.

“Cuando llegue el momento de vaciar la copa, lávate bien las manos primero”, explica la Sra. Fragale. “A continuación, retírala con cuidado, lávate con agua y jabón suave y vuelve a colocarla. Algunas marcas incluso fabrican un jabón específico para limpiar la copa menstrual, pero un jabón sin perfume suele ser suficiente.”

Al final del ciclo, puedes esterilizar la copa reutilizable en agua hirviendo, dejarla secar y guardarla hasta el siguiente ciclo. “No vuelvas a utilizar una copa menstrual desechable, ya que esto puede suponer un riesgo de infección”, añade Fragale.

Cómo usar la copa menstrual

Dicen que convertirse en mujer puede ser una ocasión hermosa y trascendental. También puede ser extremadamente caro, con una media de hasta 18.000 dólares en toda la vida. De ahí la popularidad de las copas menstruales. Repasamos los pros y los contras de esta solución alternativa a los tradicionales tampones y compresas.

La copa menstrual es una pequeña copa de silicona o de goma de látex que se introduce en la vagina para recoger la menstruación.    Aunque se han hecho más populares en los últimos años, la copa menstrual llegó al mercado en la década de 1930. Además, las copas menstruales más populares son de silicona y reutilizables. Sin embargo, hay tipos que son desechables. De forma similar a cómo se inserta un anillo anticonceptivo o un diafragma, la copa menstrual se puede doblar firmemente e insertarse como un tampón sin aplicador.

Normalmente, estas copas reutilizables cuestan entre 20 y 40 dólares. Puede parecer mucho, pero en realidad una copa menstrual -si se limpia y cuida adecuadamente- puede durar varios años antes de ser sustituida.    Por no mencionar que es más ecológica, ya que supone menos productos de papel en los vertederos y más dinero en tu bolsillo.