Porque sale leche delos senos si no estoy embarazada

Dejar de amamantar sigue produciendo leche

Anita Moorhead no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

Algunos hospitales aconsejan a las mujeres que recojan esta leche en las últimas semanas del embarazo, para dársela al recién nacido, si es necesario. Las comadronas, los médicos y los asesores de lactancia pueden sugerirlo en particular a las mujeres con diabetes en el embarazo.

Aunque la recogida de calostro antes del parto no es algo nuevo, ahora se promueve más. Sin embargo, se ha investigado poco sobre esta práctica. Y a algunas personas les preocupa que la recogida de calostro durante el embarazo pueda adelantar el parto, lo que podría aumentar el riesgo para la madre y el bebé.

El calostro contiene altos niveles de anticuerpos, las proteínas que no sólo combaten las infecciones sino que programan el sistema inmunitario del bebé para toda la vida. No sabemos por qué los pechos de algunas mujeres empiezan a producir calostro durante el embarazo; muchas no lo tienen hasta después del parto.

Embarazo con calostro

Puedes seguir dando el pecho mientras estás embarazada de tu próximo hijo, sin causar ningún daño a tu hijo pequeño o a tu bebé por nacer. Esto es lo que debes saber si decides dar el pecho durante el embarazo.

Es posible que decidas dar el pecho durante tu próximo embarazo por varios motivos. Por ejemplo, puede que te quedes embarazada de forma inesperada cuando tu primer bebé aún es pequeño (es posible quedarse embarazada durante la lactancia, aunque no te haya vuelto la menstruación). O puede que aún no estés preparada para destetar a tu hijo pequeño (el destete suele producirse en cualquier momento entre el nacimiento y los 3 años).

Sea cual sea el motivo, normalmente es perfectamente seguro dar el pecho durante el embarazo. Tu cuerpo seguirá produciendo suficiente leche para alimentar a tu hijo mayor, mientras que tu bebé recibirá todos los nutrientes que necesita de tu cuerpo.

La lactancia materna puede provocar ligeras contracciones. En los embarazos sin complicaciones no hay peligro, pero si corres el riesgo de tener un parto prematuro -por ejemplo, si esperas gemelos o más, o si has tenido un aborto o un parto prematuro en el pasado-, pide consejo a tu médico o matrona.

Lactancia sin estar embarazada o amamantando

El reflejo de bajada de leche es una parte importante de la lactancia que hace que la leche empiece a fluir cuando el bebé se alimenta. Cada mujer lo siente de forma diferente, y algunas pueden no sentirlo en absoluto. Puede verse afectado por el estrés, el dolor y el cansancio, pero una vez que la lactancia está establecida, apenas requiere atención. Esta página explica en qué consiste y qué hacer si hay problemas.

El reflejo de bajada es lo que hace que la leche materna fluya. Cuando el bebé succiona el pecho, se estimulan unos pequeños nervios. Esto hace que se liberen en el torrente sanguíneo dos hormonas: la prolactina y la oxitocina. La prolactina ayuda a producir la leche, mientras que la oxitocina hace que el pecho expulse la leche. A continuación, la leche se libera o baja a través del pezón.

El reflejo de bajada de la leche suele producirse 2 ó 3 veces por toma. La mayoría de las mujeres sólo sienten la primera, si es que la sienten. Este reflejo no siempre es consistente, sobre todo al principio, pero tras unas semanas de lactancia o extracción regular, se convierte en una respuesta automática.

La bajada de la leche puede ser bastante fuerte, sobre todo al principio de la toma. Esta bajada de leche tan rápida puede molestar al bebé, pero no significa que tengas un exceso de leche. Puede controlarse extrayendo la leche antes de la toma, reclinándose ligeramente y haciendo eructar al bebé después de los primeros minutos. Si sigues teniendo problemas, pide consejo.

Quiero dar el pecho a mi marido pero no estoy embarazada

En cuanto está embarazada, su cuerpo empieza a cambiar para favorecer la producción de leche. Es posible que notes algunos de estos cambios en tus pechos, como una ligera sensibilidad y quizás un oscurecimiento de los pezones y la areola. Estos cambios son algunos de los primeros signos del embarazo (NHS Choices, 2016b).

Los senos son la red de canales que llevan la leche desde los alvéolos y los conductos hasta el bebé. Cuando estás embarazada, estos conductos aumentan de tamaño y habrá más de ellos. El pecho medio tiene unos nueve conductos de leche preparados para la lactancia (Geddes, 2007).

Durante el embarazo, tus pechos aumentan de tamaño a medida que las glándulas mamarias crecen para apoyar la producción de leche. En algún momento del segundo trimestre tu cuerpo está preparado para producir leche. Es posible que notes que sale un poco de leche de tus pechos en las últimas semanas del embarazo (OMS, 2009).

El calostro es la primera leche que producen los pechos en los días siguientes al parto. Es espeso y de color amarillo dorado (NHS Choices, 2016b). El calostro es muy concentrado y está lleno de vitaminas y anticuerpos. Todo ello ayuda al bebé a crecer y a combatir las infecciones (NHS Choices, 2016b). También ayuda a expulsar el meconio, la caca negra y pegajosa con la que nacen los bebés (NHS Choices, 2016b).